Miguel y el Puente de los Recuerdos
En un colorido pueblo de México, vivía un niño llamado Miguel . Amaba la música con todo su corazón, aunque en su familia nadie la quería escuchar. —¡Nada de guitarras! ¡En esta casa solo se hacen zapatos! —decía su abuelita con firmeza. Pero Miguel tenía un secreto: escondía una guitarra vieja en su escondite, y cada noche practicaba en silencio canciones que soñaba cantar ante el mundo. Una noche, durante la celebración del Día de Muertos , Miguel sintió una fuerte curiosidad por su tatarabuelo, un músico misterioso del que nadie quería hablar. Siguiendo las pistas en la ofrenda familiar, Miguel fue llevado por accidente a la Tierra de los Muertos , un lugar mágico lleno de luces, esqueletos simpáticos y recuerdos que brillaban como estrellas. Allí conoció a sus antepasados y a un esqueleto muy simpático llamado Héctor , quien le ofreció ayuda para regresar a casa… pero con una condición: —¡Debes ayudarme a que alguien en tu mundo me recuerde! Miguel aceptó, y en su viaje...